Capítulo 1
Tras de su monitor una risa dulce le distrajo de sus pensamientos, una risa que él durante siete años a esperado escuchar; sin embargo durante ese tiempo no se dio la oportunidad de verle desarrollarse, hasta ese momento en el que su teclado se detuvo tras de un pensamiento, y la pausa de su mente le permitió darse cuenta que aquella pequeña ya no era una bebe.
¿Adónde quedo el cambiar pañales? Si apenas el recuerdo de aquel día al llegar a casa luego del hospital yacía fresco en su memoria. ¿Adónde quedo la oportunidad de sostener una pacha y una bebita en sus brazos? Sin darse cuenta siete años transcurrieron tras su deseo de darle un futuro mejor, y la historia se siguió escribiendo mientras las noches le saludaban frente a su monitor encendido y sus metas perfiladas.
Cerrando su portátil vio tras el cristal de la pared de su estudio como su esposa lanzaba aquella pelota que el mismo compro hacia unos meses atrás, vio cómo su trabajo en su pantalla le velaban la vista de aquel bello jardín, un jardín que solo visito un par de veces para celebrar uno que otro cumpleaños, y que hoy ya solo es un recuerdo vago y difuso como una gota de agua deslizándose en un cristal empañado.
Se levantó y dudando un instante; sus pasos empezaron a dirigirse hacia ese lugar donde la risa de su pequeña le llamaba en el rebote de su corazón, su esposa sentada esperaba a la pequeña que regresara con la pelota que conteniendo los colores del otoño dibujaba un arcoíris en el cielo, su vientre cargado de vida desde hacía ya siete meses le obligaban a jugar sin correr, a divertirse sin agitarse, pero dedicándole aquel valioso tiempo que el mismo había dejado de brindar.
Una punzada en el pecho, un dolor en el brazo, y sus pasos empezaron a dirigirse hacia el vacío, su vista se dirigió hacia un túnel que se dibujaba alrededor de la imagen de su hija corriendo hacia él, y mientras se apagaba su vida, desde el suelo vio a su esposa mover sus labios sin escuchar su nombre. Como regresar el tiempo, como regresar los días, si la oportunidad estuvo siempre ahí mientras el trazaba sus sueños, como recuperar aquellos instantes si las teclas de su computadora no se detenían al igual que los valores de sus acciones y de sus proyectos.
Como decir lo siento si la luz ya estaba apagada, como decirle te amo a aquel bebé que ni siquiera había llegado, la vida le dio las páginas en blanco donde el decidió escribir un futuro monetario sintiendo que hacia lo correcto, mientras su niña crecía y su bebé se formaba, si de la mano de su esposa hacia tanto que no recorría las calles donde le propuso matrimonio a aquella mujer que tanto amor le profesaba tras los besos que dibujaba en sus labios.
Una llamada le saco de aquella perturbadora imagen, las luces de la sala del hospital le cegaban, y al fondo las voces de las enfermeras conversando le indicaron que algo había sucedido, algo que solamente había iniciado y que estaba por tomar rumbos según sus decisiones le llevaran a empezar a caminar, y mientras la enfermera se acercaba a su cama intento saludarle, deteniéndose en frio al escucharle decir: -¡Oh por Dios!, Papá has vuelto…. ¡Doctor, doctor, mi padre despertó!
Y un escalofrió se empezó a deslizar bajo sus sabanas recorriendo su piel…
Comentarios
Publicar un comentario
Tus comentarios siempre son bienvenidos recuerda que la misión es crecer juntos