El camino de una vida (parte 5)

Los números recorrían poco a poco la pantalla del elevador, Jonathan prudentemente guardaba silencio, si bien es cierto nunca le ocultaron la situación que envolvía a su familia durante toda su vida era la primera vez que percibía tanta tensión entre su madre y el único padre que él conocía, Diego estuvo ahí desde que él nació y con sus primeros años de vida el amigo de su madre había sido muy importante en su primera infancia y al cumplir sus 7 años se convertiría legalmente en su padre.

En su mente estaba Alison su hermana pequeña no hacía más de un mes que celebraban su octavo cumpleaños y sin saber la historia familiar como estaría en ese momento, pero al ver el rostro de sus padres tan perturbado se retenía a preguntar, ya habría lugar para ello pues de momento su joven corazón también latía a mil y se aceleraba con cada piso que subían pues a fin de cuentas y aunque jamás trato con el hombre en camilla este era su padre biológico.

Las puertas del elevador se abrieron y mecánicamente los tres salieron del elevador, hasta ese momento cayeron en la cuenta que la única que sabia donde estaba Saúl era su hija pues ninguno de los recién arribados al hospital frecuentaban al paciente y era Sara la única que se aferraba al sueño de lo que ahora era una realidad, en su amor de hija fue la única que lucho y decidió dirigir su vida completa en la meta de recuperar a su padre.

Mientras la pausa en el pasillo se esfumaba y dirigían sus pasos hacia la estación de enfermería para pedir información Sara los reconoció desde la otra punta del pasillo, Jonathan en ese momento tomo la mano de su madre quien al volverse vio a Sara de pie y empezaron a dirigirse hacia ella.

- Sara hija vinimos en cuanto me llamaste.

- Si madre ¿Pero por qué viniste con Papá?

Diego no oculto su sorpresa:

- ¡Dime hija! ¿Te incomoda que yo esté aquí en este momento?

Diego aún estaba hablando cuando Diana interrumpió explicándole a su hija que ella había llamado a Diego para que le acompañase para enfrentar juntos la situación…

- ¡Situación!... pues no me refiero a la situación madre y fuera de lo que puedan sentir en este momento no siento que sea cómodo para Diego estar aquí, igual ya están aquí todos y creo que debemos hablar con el médico de mi padre para entender lo que ustedes llaman ¡Situación!

Las palabras de Sara no dejaban de entrever un golpe de tristeza y asombro pero antes que nadie le pudiera decir algo más se dio la vuelta para dirigirlos a la sala de espera del hospital y que ahí pudieran conversar con Gabriel, en el fondo ella sabía que  todo lo que estaba pasando no dejaba de ser un duro momento para todos pero no por ello le dolía menos el fallido primer encuentro de la familia ante lo que estaba pasando.



Luego de dejarlos en la sala de espera se dirigió a la sala de enfermería a retirar sus cosas y cambiarse, quería irse a su casa a descansar para aclarar muchas cosas y prepararse al camino que se le presentaba, pero en el fondo al igual que su madre necesitaba el apoyo de quien amaba para estar con su familia y por ello aunque comprendía a su madre la tormenta de emociones que le recorrían por dentro no le permitía admitirlo abiertamente.

Gabriel deslizo suavemente sus brazos en el cuerpo de Sara y ella dócilmente se dejó envolver en el regazo de su amado y sin pensarlo unas lágrimas empezaron a deslizarse por sus mejillas, el joven medico la apretó un poco más y le dijo al oído “yo estaré a tu lado tranquila, no te dejaré sola ni un momento”

Empezaron a recorrer el corto pasillo que conectaba a la sala de espera y tomando lugar todos se aprestaron a escuchar a Gabriel explicarles como estaba la salud de don Saúl.

El sonar de la campana del elevador los devolvió a la realidad y el grupo se dirigió a la salida manteniendo el silencio que habían mantenido desde que salieron de la sala de espera, recorrieron la recepción y al llegar al estacionamiento Jonathan rompió el silencio:

- ¡Sara! Yo… Siento no ser de mucha ayuda en este momento y perdón por no haber estado a la altura hoy, pero cualquier cosa que sea necesaria para apoyar la recuperación de… ¡Dios no sé cómo decirlo!

Diana dirigió su mirada hacia su esposo pero no supo que decir, Diego afectado y un poco confundido tomo su lugar como responsable de la familia y enfilándose a Sara la abrazó como en sus años de infancia, acaricio sus cabellos y ella quien se había controlado frente a ellos hasta ese momento estallo en llanto, sus lágrimas empaparon su rostro y el abrigo del hombre que la había criado.

- Tranquilo hijo no te debes sentir así y no dudes en decirlo Saúl es tu padre biológico y diferentes circunstancias y sucesos nos han traído hasta aquí pero no tengas miedo de mencionar la palabra papá al referirte a él, no me sentiré mal por ello ni mucho menos, y en cuanto a ti Sara lamento mucho la forma en la que hemos manejado esto y está claro que amas a tu papá muchísimo y lo entiendo y déjame decirte que como el compañero y amigo fiel que fui cuando eras niña lo seré ahora y te ayudaré en lo que sea necesario.

Sara asintió con su cabeza sin hablar y se dirigió a su auto sin dirigirse a su madre, la amaba muchísimo pero su mente y su corazón necesitaban procesar las palabras de su madre durante la conversación con Gabriel, habían pasado 20 años desde aquel día en él que siendo una niña vio a su padre caer inconsciente en su estudio, y haber visto a los paramédicos luchar por evitar que muriera ahí, en aquel momento no entendía nada de lo que pasaba y solo quería ver a su papá abrazándola de nuevo y no en medio de dos paramédicos que hablaban con desesperación mientras su madre intentaba cubrir sus pequeños ojos abrazándola.


Comentarios

  1. Hola compañero los cambios de Google y de rumbo de forma de hacer el blog de muchos amigos de este espacio nos ha llevado a separarnos y perder contactos. Yo perdí todos los comentarios y enlaces de muchos compañeros que se asomaban a mi blog. Hoy me he acercado a uno de mis primeros posts y te he encontrado allí en un comentario que no se borró. Espero poder seguirte y recuperar tu amistad y leer tus escritos. Espero que te vaya bien en todo. Un abrazo.

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    1. Hola es un gusto saber nuevamente de ti, es muy cierto creo que los cambios tanto de Google como de nuestros caminos hicieron que perdieramos muchos contactos, por supesto que sigo aqui abierto a recuperar mis amistades en este mundo de letras y pese a que me distanciado muchisimo, mas de lo que quisiera de este hermoso mundo de la imaginación estaremos leyendonos y compartiendo este gusto por dejar volar nuestra imaginación, un enorme abrazo

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