El camino de una vida (parte 5)

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Los números recorrían poco a poco la pantalla del elevador, Jonathan prudentemente guardaba silencio, si bien es cierto nunca le ocultaron la situación que envolvía a su familia durante toda su vida era la primera vez que percibía tanta tensión entre su madre y el único padre que él conocía, Diego estuvo ahí desde que él nació y con sus primeros años de vida el amigo de su madre había sido muy importante en su primera infancia y al cumplir sus 7 años se convertiría legalmente en su padre. En su mente estaba Alison su hermana pequeña no hacía más de un mes que celebraban su octavo cumpleaños y sin saber la historia familiar como estaría en ese momento, pero al ver el rostro de sus padres tan perturbado se retenía a preguntar, ya habría lugar para ello pues de momento su joven corazón también latía a mil y se aceleraba con cada piso que subían pues a fin de cuentas y aunque jamás trato con el hombre en camilla este era su padre biológico. Las puertas del elevador se abrieron y mecáni

El tesoro de la tormenta (capítulo II)

Continuando con esta historia les traigo el capitulo número dos y para poder ponerse al hilo con la secuencia dejaré el enlace al capítulo anterior al principio de cada entrega:
Leer el capítulo I (El encuentro) click aquí


Capítulo 2

Un triste pensamiento

Aquella pregunta la había dejado estrellado contra un muro mental, y en primera instancia el llego a pensar que el viejo le hablaba sobre algún tipo de tesoro escondido por algún tipo de general o un sujeto acaudalado que a lo mejor lo había ocultado en alguna parte, en espera de poder disfrutarlo después, y tras su muerte el anciano había dado con su paradero y planeaba compartir parte del oro con él, y mientras más lo pensaba más se aceleraba su corazón esperando oír al anciano decirle donde estaba, pero tan cruzados estaban sus pensamientos que no atinaba a responderle nada al viejo, que para ese punto estaba a un paso de desatornillarse de risa al adivinar los pensamientos del joven cantero, pero conteniéndose por la seriedad de la situación le dijo:

- Muchacho, antes que sigas imaginando cofres del tesoro o empaquetados de monedas enterradas en algún sitio, no es lo que piensas.

Mucho más aturdido aún el pobre David ya no sabía que hacer, no sabía si era menester guardar silencio o cuando menos soltar una expresión que no le dejara tan mal parado ante lo que ahora parecía ser ante sus ojos un brujo por adivinar siempre sus pensamientos.

- Señor mío, le ruego me disculpe por pensar tan materialmente ante su pregunta, pero debo escudarme en el hecho de mi propia desesperación.

- Tranquilo hijo, no te apresures a tratar de justificar un pensamiento tan natural como el anhelo de riqueza y bienestar mejor abre tu corazón ¿y dime si ya has oído hablar de él?

- Honestamente no señor, y tampoco me imagino lo que será.

- Entonces ten calma y prepara tu mente y tu corazón, porque al final del camino por el que te llevaré tú mismo sabrás que es el tesoro de la tormenta por tu propia cuenta, y lo guardarás tan cerca de tu alma que no habrá fuerza de este mundo que lo arranque de ti.


Aquella tarde transcurrió entre chapoteos y cordeles rotos, pero el fruto del agua llenó el balde de David quien con una gran alegría contempló su cena, desayuno, y posiblemente almuerzo del siguiente día, antes de salir de aquel lugar tan bellamente apartado Nicolás como se llamaba el anciano le dijo que a partir de aquel día él se había convertido en su alumno, y que en el depositaria el mayor tesoro que jamás nadie le podría quitar y era el conocimiento, se citaron en el mismo lugar al día siguiente donde daría inicio su educación en las letras y los números.

Rosalinda ya tenía listo todo para poder preparar la cena, ella confiaba tanto en su esposo como también le amaba, se habían conocido por arte de la casualidad, como le llaman aquellos que son incrédulos acerca del destino, ella era hija de un granjero muy querido en su pueblo y a su vez muy respetado por su honestidad y Rosalinda había heredado tan valiosa cultura, por lo que también era muy apreciada y perseguida por lo jóvenes a quienes no se les escapaba la hermosura de la doncella.

Rondaba los diecisiete años cuando su padre le dijo que le acompañara al pueblo de Sacramento el cual quedaba lejos pero había un buen mercado para sus hortalizas, la joven de cabello caoba y mirada azul estaba emocionada por el viaje, ya que hacía tiempo había querido conocer la plaza central de aquel pueblo donde se decía que siempre se conocían los más grandes y eternos amores entre los jóvenes, y justamente ahí vivía David quien era hijo de un albañil quien siempre tenía trabajo por el mismo don de la honestidad y su responsabilidad en sus tareas.

David de complexión fuerte y porte atlético, siempre era destino de las miradas curiosas de las jovencitas quienes deleitaban su mirada en aquel atractivo trabajador, quien su piel trigueña enmarcaban unos ojos dorados como la miel y cabellos negros como la noche, su padre le había encomendado que fuera por unos insumos a casa y el camino más corto atravesaba la plaza central, hipnotizado por la acuarela de colores que rodeaban el marco de flores en el monumento central impactó contra un cálido ser que fue a parar en un abrazo de su cuerpo para no dejarle caer.

Mientras sus pensamientos se ponían en orden sus ojos se fundieron en una sola sintonía el latir de sus corazones iba a un mismo ritmo, los cabellos de la hermosa doncella recorrían sus rostro al son de la brisa mientras sus labios carmesí tiernamente entreabiertos intentaban decir algo, pero la visión de aquel maravilloso joven con su rostro iluminado por el asombro, pero enmudecido por no saber qué hacer o decir, había logrado que en lugar de separarse ellos quisieran que ese abrazo fuese eterno.


- Hola amor, veo que te fue bien.

La voz angelical de Rosalinda le había hecho volver de aquel bello recuerdo que siempre habitaba en el corazón de David, quien colocando el balde con los peces en el suelo le abrazó dulcemente y ella sintiendo la ternura y el dolor en el alma de su esposo se recostó en su pecho cerrando sus ojos, y anhelando que su amor saliera desde su ser hasta lo más profundo del corazón de aquel hombre por quien ella daría la vida.

David empezó a recorrer con la mirada su vivienda, y empezó a sentir uno a uno el peso de cada mueble que habían tenido que vender para poder seguir subsistiendo, y vio como aquel lugar que habían soñado seria su lugar especial y el hogar donde podrían escuchar la risa de su descendencia, iba quedando un poco más vacío cada vez en lugar de irse llenando.

- En serio eres la mujer más especial del mundo, cada día las cosas se ponen más difíciles y tú siempre mantienes una sonrisa en tu rostro y siempre me dices que todo estará bien.

- Amor recuerdas aquel día en la iglesia mientras ponías el anillo en mi dedo, recuerdas las palabras que dijimos.

- Como olvidarlo si cada día desde que te conocí en la plaza de Sacramento deseaba que llegara ese momento en el que uniéramos nuestros destinos para siempre….

Las últimas palabras que había dicho opacaron el recuerdo que su querida esposa había deseado traerle al momento, y las palabras que él le dijo frente al altar prometiéndole amor eterno y estar con ella en los buenos momentos así como en los malos, además de que se cuidarían siempre durante la adversidad.

Y mientras la abrazaba con más fuerza una gota de cristal asomo por el borde de sus ojos de miel y se aferró poderosamente a sus pestañas para no derramarse por la mejilla de aquel hombre que en lo más profundo de su pensamiento y sin mover los labios le dijo a su esposa.
- Rosalinda, mi dulce Rosalinda realmente espero que puedas ser tan feliz como realmente lo mereces cuando yo ya no esté aquí…


Continuará… 



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Entre tanto hasta nuestro próximo post.

Comentarios

  1. Es preciosa la historia y determinadas frases tan sencillas, emotivas pero instructivas, como uno aprende a ver la vida, viviendola. Gracias amigo.

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    1. Muchas gracias Maríjose, me llena de alegría que te guste esta historia, la vida es un don maravilloso que solo viviendo se puede desentrañar su gracia

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  2. ¡Qué preciosa historia! Me gusta como se va desarrollando, y espero que se resuelva bien. Estaría bien que David se diera cuenta de que en ciertos aspectos es afortunado, podría decirse que rico, por contar con un amor tan incondicional como el de su esposa.
    Me ha encantado, espero tu próximo capítulo.
    Besos

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    1. Que gusto Chary, ya veras que David se dara cuenta pero ojala que no sea demasiado tarde, ya veremos lo que pasará en unos días, entre tanto abrazos y besos

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  3. Hemos conocido mejor la vida y circunstancias del protagonista, pero aún queda por saber en qué forma el anciano podrá ayudarle y lo que el destino les depara a él y a su amada Rosalinda.

    Está muy interesante el relato, Anto. Me tienes enganchada a tus letras!! Espero la próxima entrega :)

    Un abrazo.

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    1. Nicolás jugará un papel que espero les llegue al corazón porque nos guarda una sorpresa, en el siguiente capítulo sabremos mas de este misterioso sabio y las ideas de David.
      un gran abrazo

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  4. Uis, me parece una historia de amor preciosa pero me quedo con el desazón de la última frase. Veremos qué pasa. ;)
    Un abrazo.

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    1. Lo sera Soledad, y no te preocupes ya veras lo que viene lo que pasa es que este muchacho ama tanto a su esposa que esta triste de lo que pasa, pero espero que te agrade lo que viene

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  5. No sé si en el anterior capítulo comenté algo al respecto, pero sospecho que ese tesoro de la tormenta no es precisamente algo material, sino relacionado con el conocimiento que se puede adquirir tanto en su búsqueda como en el momento en que se encuentre.

    Sigo apreciando tus progresos amigo, te animo a usar mucho más los puntos y comas para darle fluidez y pausa a la narración en los momentos adecuados, que los párrafos sin signos de puntuación hacen que la lectura pierda potencia.

    Por lo demás, pienso que el protagonista ya tiene un tesoro con su esposa, y con las enseñanzas del pescador seguramente progrese en muchos aspectos. ¡Un abrazo!

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  6. Muchas gracias José Carlos por ambas apreciaciones, en efecto el tesoro de la tormenta no es tangible y no estas para nada lejos en lo que desvelas de la historia, en cuanto a los signos de puntuación gracias por la observación, la última vez pense que abusaba mucho de ello y ahora tengo una alerta de haber dejado las pausas demasiado de lado, prometo mejorar en la otra entrega esta semana.

    Un abrazo amigo mio

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