En muchas ocasiones hemos tenido que enfrentar nuestros miedos incluso
desde la más tierna infancia, ya que fue en esa época donde aprendimos que el
miedo es una emoción a la que debemos dominar y no dejar que nos controle.
Pero cuando estamos en un momento difícil en varias ocasiones, nos
domina el miedo a no lograrlo, a no poder soportar o encontrarle solución, y es
ahí donde entra la desesperación, una emoción muy fuerte que nos puede llevar a
nublar el juicio y no dejarnos ver esos pequeños detalles que se convierten en
los escalones a la luz.
La desesperación toca a nuestras puertas cuando dejamos que nuestros
corazones pierdan la fe y se ven doblegados por el muro ante nuestros ojos,
pero debemos tomar en cuenta que fuimos hechos con valor, y con un espíritu de
fortaleza, destinados a la felicidad y no al sufrimiento.
Si vemos a un niño pequeño veremos que no conoce el miedo, de hecho
nacemos sin el, con el paso de los años nuestros padres nos enseñan a que
debemos temerle y alejarnos, tal ves no tan intrínsecamente como decirnos “a
esto le debes temer” pero vemos sus reacciones a lo que le temen e imitamos.
Y con el paso del tiempo nos forjamos nuestros propios temores. Al caer
en la desesperación entramos en un huracán de sentimientos, emociones y
sensaciones para nada agradables, pero debemos tener en cuenta que esto
conlleva no pensar claramente, y en muchas ocasiones perder una oportunidad de
volver al ruedo y seguir peleando nuestro siguiente capitulo.
Como ya hemos dicho de pequeños detalles esta hecho el mundo, y mientras
mas mantengas a raya y cercada la desesperación, mas aguda será tu mente a las
oportunidades del camino. Y una buena forma de no ser presa de ella es confiar
en Dios y sobre todo en el valor que el a puesto en tu corazón.
Dentro de tu alma yace un valor profundo y poderoso que te impulsa hacia
adelante, aun cuando sabes que será difícil. Lo haces por tus sueños siempre,
por que no hacerlo en la tormenta, y cuando sientes que empieces a flaquear y
sientas que la desesperación te viene alcanzando recuerda, “venid a mi los que
estéis cansados que yo aligerare sus cargas y los hare descansar”; esto no
significa que mágicamente tus problemas desaparecerán, sino que Dios te llenara
de fuerzas, para seguir adelante.
Recuerda lo dicho en nuestro post anterior – como padre sabio te guía
pero te permite resolver el problema para que seas mas sabio y fuerte al salir
de el - , la desesperación de hecho sentirá miedo de ti cuando te armes de
coraje y tomes esas buenas oportunidades que te da la vida, y amigos de verdad
para seguir luchando por tu tranquilidad, tu decides como sentirte; solo debes
pedirle fuerzas a tu creador y veras como poco a poco tu temor desaparece y con
paz en tu corazón, inyectada por tu fe.
Se va quitando la veda que tenían tus ojos y aparecen ante ti caminos no
pensados que Dios ha puesto ahí para que tú elijas en bases a tus dones cual
seguir para mejorar y salir adelante.
Recuerda nunca estas solo, el siempre esta contigo tomando tu mano para
ayudarte a seguir y guiándote como el padre amoroso que es, para que la
desesperación en lugar de dominarte huya de ti.
Recuerda compartir tus palabras en los comentarios puede haber alguien a
quien tus palabras y experiencias le serán de ayuda. Entre tanto hasta nuestro
próximo post.
Bienvenidos a este espacio para ustedes
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