El camino de una vida (parte 5)

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Los números recorrían poco a poco la pantalla del elevador, Jonathan prudentemente guardaba silencio, si bien es cierto nunca le ocultaron la situación que envolvía a su familia durante toda su vida era la primera vez que percibía tanta tensión entre su madre y el único padre que él conocía, Diego estuvo ahí desde que él nació y con sus primeros años de vida el amigo de su madre había sido muy importante en su primera infancia y al cumplir sus 7 años se convertiría legalmente en su padre. En su mente estaba Alison su hermana pequeña no hacía más de un mes que celebraban su octavo cumpleaños y sin saber la historia familiar como estaría en ese momento, pero al ver el rostro de sus padres tan perturbado se retenía a preguntar, ya habría lugar para ello pues de momento su joven corazón también latía a mil y se aceleraba con cada piso que subían pues a fin de cuentas y aunque jamás trato con el hombre en camilla este era su padre biológico. Las puertas del elevador se abrieron y mecáni

El tesoro de la tormenta (capítulo I)

Desde hace un par de días atrás vengo madurando la idea de poder enlazar una historia en mi mente y mi corazón que retrate un poco de la realidad vivida por varias personas que conllevan una dificultad y pensamientos difíciles en sus interiores y como la luz de la esperanza siempre está lista para iluminar sus caminos, pero debido a como quiero contarla me aventuro a hacer algo que nunca he hecho hasta hoy y es narrar una historia en capítulos espero que sea de su agrado este primer episodio que les comparto con mucho cariño sobre una historia que de verdad anhelo que aparte de poder hacerla disfrutable pueda dejar un mensaje en sus corazones.

Capítulo 1
El encuentro.

Se escuchaba el correr del agua en aquel paraje tan especial, la brisa era suave y hacía cantar las copas de los árboles entre los destellos del sol que se colaba como niño juguetón entre las hojas, estaba recostado en la grama con sus ojos cerrados y los rayos de sol que se colaban entre las ramas del árbol bajo el que estaba envolviendolo en una red de luces y sombras, rodeado por un gramaje de profundo color esmeralda casi dormitaba esperando que un pez picara su anzuelo.

El chapoteo en el agua le despertó y se reintegró de un solo movimiento y justo a tiempo para observar a un magnifico pez en el cedazo de un anciano al otro lado del río, el viejo le sonrió amablemente y le preguntó a viva voz:

- ¿Llevas mucho tiempo verdad?

- Si, más de lo que el hambre y la paciencia quisiera... no le oí venir.

- ¿Cómo? Si casi te dormías y así no vas a pescar más que mucho sueño

Sonriendo avergonzadamente David se encogió de hombros y bajo la vista al suelo recordando cómo le había insistido a su esposa que no sabía nada de pesca, pero aquella apremiante situación le había hecho tomar su caña de pescar improvisada y un cubo con el que llevar algo de sustento a casa. Antes de que otro pensamiento le atravesara su cabeza el anciano con su voz áspera por la edad le dijo:

- Si quieres pescar verdaderos premios que te llenen la barriga ven conmigo y te mostraré un buen lugar donde hacerlo, y la manera correcta de hacerlo, eso si no te aburre oír las historias de un viejo.

- Iré pero le advierto que soy bueno escuchando pero no aprendiendo.



Comenzaron a caminar río arriba cada uno de su lado hasta un camino de piedras por donde se podría cruzar hacia el lado del anciano, mientras caminaba David escuchaba el crujir del pasto bajo sus pies y su cabeza empezó a viajar de un pensamiento a otro, su esposa Rosalinda era hermosa más de lo que él mismo hubiese soñado alguna vez para sí mismo y se sentía sumamente triste por la situación que había llegado a su hogar, y una terrible decisión había empezado a rondar su mente.

Llegados al paso de piedras David tomó impulso para poder empezar a saltar sobre las rocas que sobresalían de la corriente, pero el anciano le detuvo diciéndole que era él quien pasaría al otro lado ya que el lugar al que lo llevaría se llegaba por la orilla de David, y como un viejo lince empezó a saltar sobre las rocas demostrando una agilidad impropia a su edad, luego de haber cruzado entablaron una conversación que sería el inicio de un episodio muy importante para la vida de aquel hombre.

- Dime muchacho ¿cómo es que un sujeto con la habilidad de un tronco seco en la pesca piensa llenar de comida ese balde?

- La verdad nunca había pescado antes en la vida pero se me ocurrió que siempre hay momento de aprender, sobre todo después de oír que el pescado sabe mucho mejor estando fresco…

- Tienes para mentir la misma destreza que tirando un anzuelo y la verdad haciendo lo ultimo eres un fiasco.

Una carcajada se deslizó de entre la barba del viejo y los surcos de su ancianidad se dibujaron en su rostro pero dejó al descubierto una dentadura limpia y muy bien cuidada para su edad, el ego de David no dejo de sentirse un tanto ofendido pero tenía que aceptar que el viejo había dicho la verdad y entendió que si no quería hacer más el ridículo ante la eminente voz de la experiencia debía ser sincero y abrir su mente para lo que de pronto había empezado a intuir sería algo importante para él y mucho más que el simple hecho de atrapar la cena.

Luego de una caminata acompañada de un momento de sinceridad donde él le había explicado al viejo que había sido su esposa la que había insistido sobre su incursión en el río debido a que él había quedado sin su empleo en la cantera hacia un par de meses atrás, y sus ahorros se habían empezado a agotar además que su familia vivía en una aldea lejana al igual que la de ella por lo que estaban solos y debido a que se habían mudado siguiendo la promesa sobre una cantera donde él podría ganar un buen dinero, aunque cansado por el arduo trabajo pero sin otra opción debido a su falta de oportunidades por no saber leer ni escribir.



Llegaron a un lugar tras de unas enredaderas que le hizo guardar un silencio profundo debido a la belleza de aquel paraje, era el nacimiento del río y este se formaba de una serie de pequeñas caídas de agua que surgían de las paredes de una enorme pared de roca, el agua cristalina llenaba una laguna rodeada de un espeso anillo de árboles que parecían de terciopelo al igual que la grama que parecía algodón teñido de un verde muy especial, al borde de la laguna una suave arenilla blanquecina contrastaba con aquel rescoldo de verdor y en el centro una pequeña isla con un enorme árbol cuya copa cubría todo el radio de la misma.

El agua era tan cristalina que se podía observar los peces nadando entre las rocas hasta por lo menos a la mitad del camino hacia el islote del centro y lejos de ser una vista gris había una variedad increíble de peces en formas y colores, en ese punto le dijo el viejo.

- Muchacho entiendo entonces que estas atravesando una situación difícil y deseo ayudarte pero no lo haré económicamente pues no puedo hacerlo desde mi vejez, pero si puedo abrir muchas puertas en tu futuro te enseñaré a leer a escribir además de matemáticas y un poco más, pero leo en tu corazón un pensamiento muy triste que se ha anidado en tu mente y creo que también en ello puedo ayudarte…

Sus palabras habían cambiado en su tonalidad y ahora estaban envueltas en un manto de cordialidad y esperanza por lo que todo apuntaba a que su presentimiento sobre el viejo y aquel momento que estaba a punto de cambiar el rumbo que su vida estaba llevando había sido cierto, y mientras pensaba en ello el viejo le preguntó.

- ¿Hijo has oído hablar acerca del tesoro de la tormenta?


Continuará…





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Entre tanto hasta nuestro próximo post.

Comentarios

  1. Un interesante comienzo para tu relato, Anto. Aparte de los parajes que describes, que son muy hermosos, la historia también se perfila como esperanzadora para el joven David.

    Estaré atenta a próximas entregas :))

    Un abrazo y feliz día!!

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    1. El esta en un punto crucial de la vida y como dice un viejo adagio, cuando el alumno esta listo el maestro aparece, me ha aventurado ha hacer algo asi por un deseo muy profundo de poder hacer una historia llena de esperanza pero muy retadora, como la vida misma.

      Una abrazo Julia y también feliz dia para ti

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  2. Estoy totalmente de acuerdo con Julia. Además, Anto, voy viendo poquito a poco un crecimiento en tus letras. Es estupendo. Incluso te estás atreviendo a adentrarte en una narración por entregas. Bien por ti. ;)
    Un abrazo fuerte, amigo. =)

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    1. Muchas gracias Soledad, sinceramente me he querido soltar un poco más, y esta vez tratare de poder crear algo que sea mágico, cuando empecé habia oido decir que tener un blog te da la oportunidad de crecer personal y mentalmente, a decir verdad puedo decir que es cierto y me emociona leer palabras como las de ustedes dos que me animan a desatar un poquito más al pequeño hamster que esta siempre corriendo dentro de mi cabeza :-), un fuerte abrazo

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  3. Está estupendo, Anto, me gustan tus personajes y la relación que se está estableciendo entre ellos. Tu relato promete, espero futuras entregas. Un beso

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    1. Muchas gracias Chari espero cumplir con las expectativas porque esta historia es la primera vez que hago algo asi entonces todavía hay un pequeño ataque de nervios, un beso

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  4. Así que el tesoro de la tormenta...me pregunto si será algo tangible o algo psicológico cuando lo halle, en el sentido de volver recuperar el ánimo necesario para seguir luchando por salir adelante. Como han dicho antes, las descripciones ayudan a meterse más en esos parajes que has escogido para ambientar la historia, y el tema de la pesca le da un toque de catarsis al asunto, de reconexión con la naturaleza y el interior de uno mismo.

    Por otra parte, ya lo dijo Soledad, poco a poco te vas soltando en otros textos que no son reflexiones, y es agradable ver tu evolución en otros terrenos :)

    ¡Un abrazo y sigue así amigo!

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    1. Para ser sincero José Carlos pensé mucho si aventurarme a esto pero tengo una semilla de esperanza en que esta historia además de entretener pueda dar una luz de alegría y llegar a sentirse identificado con esta pareja veremos a que llega esto, pero sobretodo gracias por el voto de fe y confianza

      un abrazo amigo

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  5. Muchacho entiendo entonces que estas atravesando una situación difícil y deseo ayudarte pero no lo haré económicamente pues no puedo hacerlo desde mi vejez, pero si puedo abrir muchas puertas en tu futuro te enseñaré a leer a escribir además de matemáticas y un poco más, ...




    Te sonrío con el Alma.

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    1. Muchas gracias por venir, un fuerte abrazo y gracias por tu comentario, un fuerte abrazo.

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