El camino de una vida (parte 5)

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Los números recorrían poco a poco la pantalla del elevador, Jonathan prudentemente guardaba silencio, si bien es cierto nunca le ocultaron la situación que envolvía a su familia durante toda su vida era la primera vez que percibía tanta tensión entre su madre y el único padre que él conocía, Diego estuvo ahí desde que él nació y con sus primeros años de vida el amigo de su madre había sido muy importante en su primera infancia y al cumplir sus 7 años se convertiría legalmente en su padre. En su mente estaba Alison su hermana pequeña no hacía más de un mes que celebraban su octavo cumpleaños y sin saber la historia familiar como estaría en ese momento, pero al ver el rostro de sus padres tan perturbado se retenía a preguntar, ya habría lugar para ello pues de momento su joven corazón también latía a mil y se aceleraba con cada piso que subían pues a fin de cuentas y aunque jamás trato con el hombre en camilla este era su padre biológico. Las puertas del elevador se abrieron y mecáni

Los padres, la importancia de su guía y su presencia


Pese a que soy muy nuevo en el mundo de los blogs, trato de compartir con ustedes de la mejor forma las reflexiones que puedo ir sacando en mí día a día, y además de lo nuevo que pueda aprender y comprender de una buena lectura. La meta al final es que juntos podamos llenarnos de energía positiva y que además podamos ver que en la tormenta que sacude todo el mundo alrededor nuestro, se puede tener fe en la humanidad; pero sobre todo en nosotros mismos.

Este día tuve una de esas experiencias de las que les comento, luego de la cual tomé la idea de esta entrada…. Todos llegaremos al momento de la paternidad o maternidad según sea el caso, y hasta ese punto comprenderemos muchas cosas que mientras no llegamos a ese momento, no vemos en su totalidad.

Poder convivir con nuestros padres ha sido la primera y más extensa experiencia de nuestras vidas, si nos preguntan ¿Cuál es el primer recuerdo que se te viene a la mente con tus padres? Sé que pocos traerán a su mente algo material, un obsequio, un monto de dinero, etc. Más bien lo primero que viene a nuestras mentes es: un viaje, una conversación, un consejo, así nos damos cuenta que no importa todo lo material que se le quiera dar a un hijo, los recuerdos más fuertes e importantes que este tendrá será el tiempo dedicado.

Personalmente si me preguntan acerca de mis padres, responderé que donde sea que este siempre escucho en mi mente sus consejos y enseñanzas, que atesoro en mi corazón las largas charlas con ellos acerca de cualquier tema, bien una película, bien de lo que se trata la vida, gracias a Dios por ellos, sé que varios de ustedes tienen buenos recuerdos con sus padres, esos instantes llenos de sonrisas, pero a su vez tenemos los recuerdos de las reprimendas tan importantes para poder enderezar nuestros caminos.

Si ya estás en la hermosa aventura de tener hijos, no mantengas en tu mente la idea de darles todo lo que no tuviste enfocado en lo material, más bien enfócate en que si tus padres te dieron muchísimo tiempo de calidad tu puedes y debes darle mas aun a tu descendencia, y si por el contrario no lo recibiste es tu oportunidad de cambiar la línea de sucesión y crear tu paradigma de compartir tu mejor tiempo con tus hijos.

Si por el contrario todavía no tienes hijos, mantén en mente lo anteriormente dicho, recordemos que esos pequeños de hoy serán los adultos que educaran a los niños del mañana, y si nosotros les guiamos de la mejor forma y les dejamos en herencia la riqueza de nosotros mismos en nuestro amor, nuestro tiempo, nuestras palabras, nuestra guía nacida de la experiencia del vivir. Les estaremos dando la mayor riqueza, no como cualquier bien material que se queda, se degradará y se gastara con el paso del tiempo.

Por lo que si le heredas a tus hijos lo mejor de ti: tus enseñanzas, tus palabras, tu sabiduría de la vida, crearás un legado que pasará de generación en generación, pasando de padres a hijos como una enseñanza y una identidad propia de familia, no malgastes tus energías intentando dejarle un sin número de bienes vacíos e inútiles si una buena guía de ética moral.

Mejor déjale lo mejor de ti. ¡Tu mismo!, replica en esa esponjita todo lo bueno de ti, para que sea mejor que tu cuando llegue su momento de jugar su rol de papá o mamá. Y nunca olvides que si quieres un ejemplo mucho mayor que el que tus padres te dieron, en tu corazón Dios te guiara  con la sabiduría divina para poder criar a tus hijos.

Recuerda “señor yo quiero ser como tú, porque él quiere ser como yo”. Nunca lo dejes solo, te necesita a ti por lo que eres, más que por lo que le puedas dar.

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Entre tanto hasta nuestro próximo post.


Comentarios

  1. Buenas, bienvenido a estos lares.
    Tienes toda la razón, lo major que le podemos ofrecer a nuestros hijos es tiempo, y sobre todo, tiempo de calidad.
    Una buena reflexión que más de uno debería de tener en cuenta.
    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por la bienvenida y tus palabras un abrazo fuerte y muchas bendiciones

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