El camino de una vida (parte 5)

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Los números recorrían poco a poco la pantalla del elevador, Jonathan prudentemente guardaba silencio, si bien es cierto nunca le ocultaron la situación que envolvía a su familia durante toda su vida era la primera vez que percibía tanta tensión entre su madre y el único padre que él conocía, Diego estuvo ahí desde que él nació y con sus primeros años de vida el amigo de su madre había sido muy importante en su primera infancia y al cumplir sus 7 años se convertiría legalmente en su padre. En su mente estaba Alison su hermana pequeña no hacía más de un mes que celebraban su octavo cumpleaños y sin saber la historia familiar como estaría en ese momento, pero al ver el rostro de sus padres tan perturbado se retenía a preguntar, ya habría lugar para ello pues de momento su joven corazón también latía a mil y se aceleraba con cada piso que subían pues a fin de cuentas y aunque jamás trato con el hombre en camilla este era su padre biológico. Las puertas del elevador se abrieron y mecáni

El tiempo no deja de correr

Vivimos rodeados de relojes, y creo que ya estamos acostumbrados a su característico sonido, al marcar los segundos, que uno a uno, no dejan de transcurrir en nuestras vidas, todos tenemos proyectos y sueños que queremos cumplir y metas que alcanzar, pero a veces nos vemos estancados en varias excusas, o trabas que no nos dejan empezar a caminar.

A veces estamos pasando por un apretón económico y nuestro proyecto necesita que invirtamos, puede que nuestros trabajos no nos dejen el tiempo necesario para poder dedicárselo a eso que queremos hacer. Pero ¿todo lo dicho en estas últimas líneas es realmente cierto?

Puede que tal vez no, veamos, siempre es bueno enfocarnos al punto de llegada, pero en muchas ocasiones descuidamos el punto de partida, en lo personal me ha pasado, ha veces estamos tan concentrados en como debemos hacer para llegar que se nos escapa como dar el primer paso, parece gracioso pero es así.

Pasamos horas y horas, ensayando, planeando, trazando el camino, replanteando, diciendo: ¡Ok, ya se como se hace esto, mañana veré como se hace esto otro!, y así pasan los días y de pronto, ya paso un año y sigues planeándolo. Suena familiar cierto.

Somos así, pero un día me tope con una reflexión en el periódico que decía de la siguiente forma. “Actúa, mientras tu estas planeando otro ya lo esta haciendo, mientras estas pensando en dar el primer paso, alguien mas ya lo dio y esta empezando a cosechar éxitos, no permitas que el miedo te arranque las ganas de empezar.” ¿Interesante no?

El reloj no deja de marcar los segundos y los días no dejan de pasar, el tiempo no se detiene a esperarnos en que momento nos subiéremos al rodeo, no digo hacer un buen plan de acción este mal ni que no se lleve su tiempo, a lo que me refiero es, que no debemos dar muchas largas a las cosas.

Si tienes una buena idea hazlo, si tienes un buen plan en las manos ponlo en marcha, y si tienes dudas, revisa un poco la historia hay gente en el pasado que saco un poco de tiempo de sus agendas para avanzar o un poco de valor para arriesgar, pero con los riesgos, mi consejo es que afrontes riesgos según tus medidas para resolverlos valla aumentando.

Solo te pondré un pequeño ejemplo, muchos adoran los dispositivos de la marca Apple, empresa que nació en la cochera de Steve Wozniak y Steve Jobs, quienes en su momento fueron tildados de locos por la en aquel instante la gigante IBM, ya que ellos soñaban con que en cada casa hubiera un ordenador personal.

De ese momento hasta el actual en el que muchos esperan cada nuevo juguete que lance  la marca, como crees que hubiese sido posible si en aquel momento aquellos dos amigos no hubiesen dado el primer pasó.

Recuerda, el tiempo no deja de correr así que no dejes que tu sueño se escape.
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Entre tanto hasta nuestro próximo post.

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