El camino de una vida (parte 5)

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Los números recorrían poco a poco la pantalla del elevador, Jonathan prudentemente guardaba silencio, si bien es cierto nunca le ocultaron la situación que envolvía a su familia durante toda su vida era la primera vez que percibía tanta tensión entre su madre y el único padre que él conocía, Diego estuvo ahí desde que él nació y con sus primeros años de vida el amigo de su madre había sido muy importante en su primera infancia y al cumplir sus 7 años se convertiría legalmente en su padre. En su mente estaba Alison su hermana pequeña no hacía más de un mes que celebraban su octavo cumpleaños y sin saber la historia familiar como estaría en ese momento, pero al ver el rostro de sus padres tan perturbado se retenía a preguntar, ya habría lugar para ello pues de momento su joven corazón también latía a mil y se aceleraba con cada piso que subían pues a fin de cuentas y aunque jamás trato con el hombre en camilla este era su padre biológico. Las puertas del elevador se abrieron y mecáni

El prólogo de una vida,¡viendo más allá de la portada!

En todas partes y en todo momento vamos por el mundo como viajeros de una historia increíble, la nuestra, somos los autores de lo que escribimos en cada página de nuestras vidas, y por momentos nos olvidamos del prólogo, esa pequeña parte al inicio de todo libro, que al leerla nos podemos hacer la idea de lo que estamos a punto de encontrar dentro de sus páginas.

Actualmente la sociedad nos ha enseñado que podemos intuir de lo que se trata el libro de la historia de una persona inmediatamente vemos la pasta, creemos que con solo ver su portada y las imágenes bajo el título con alguna frase sacada del mismo, ya sabemos lo que vamos a encontrar dentro; y no hay nada más distante de la verdad que esa afirmación, sólo podemos saber a ciencia cierta lo que encontraremos en nuestra lectura, una vez nos hemos dedicado unos minutos a leer el prólogo.

Pero porque esta comparación? pues resulta que hoy en dia todos damos por sentado que podemos saber cómo es alguien solo por su portada, únicamente al ver la imagen que él proyecta hacia nosotros, sin embargo es muy fácil proyectarse a sí mismo frente a las personas de la forma que uno desee ser visto o interpretado, pero cuando alguien no se deja guiar y lee nuestro prólogo se puede dar cuenta antes de seguir si concordamos con nuestra proyección o somos tristemente una falsificación.

Resulta pues, que lo que realmente hablara de nosotros son nuestras acciones, no nuestra imagen, y no me refiero con acciones con aquello que podamos hacer de frente a los demás, sino nuestras reacciones inmediatas hacia lo que se nos presenta espontáneamente en nuestro camino por la vida, que usualmente son la mayoría de los casos, por ejemplo, podemos en en algún momento alardear que somos sumamente caritativos y un paso más adelante ver a una persona que necesita una mano solidaria y que inmediatamente con una expresión de repugnancia la pasemos de largo.

Podemos decir abiertamente que somos el símbolo de la paciencia caminando en dos pies, y justo un instante después accidentalmente alguien tropiece con nosotros, y con una reacción explosiva se escuche de nuestros labios "fijate torpe", y así sucesivamente podemos seguir con un listado de discordancias que poco a poco revelarían la verdad oculta por apenas una cortina de humo facil de soplar.

Por tanto intentar vender una imagen falsa no nos traerá más que graves consecuencias a nuestras vidas, así que resulta mejor trabajar en nuestro prólogo que obligatoriamente dirá la verdad de nosotros mismos y abrirá las puertas a que las personas se sientan invitadas a internarse en las páginas de tu vida con el deseo de leerte de principio a fin, ávidas de saber cómo tú, el personaje principal, desarrollarás tu vida hasta alcanzar la felicidad para la que fuiste destinado por Dios.

Pero en qué consiste esto? Pues consiste en el hecho que en lugar de intentar decir lo que haces, lo hagas. Que seas real y no un invento, que adquieras genuinamente todos los buenos hábitos y costumbres que prediques tener, que concuerden tus acciones con tus palabras, que tus hechos hablen por ti antes que tú mismo, y que desarrolles en ti, antes de hablar de ti, sobre lo que quieres hacer de ti.

Difícil? si tal vez si, pero alto, quédate un instante y preguntate esto, ¿cuantas veces cuide con amor algo que me costó y cuantas veces me dolió ya no tenerlo?, si trabajas duro el fruto será mantenerlo por siempre contigo y frente a ti tu prologo real, que dirá de ti la verdad, y te hará mejor persona si te inclinas por hacer el bien.

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