El camino de una vida (parte 5)

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Los números recorrían poco a poco la pantalla del elevador, Jonathan prudentemente guardaba silencio, si bien es cierto nunca le ocultaron la situación que envolvía a su familia durante toda su vida era la primera vez que percibía tanta tensión entre su madre y el único padre que él conocía, Diego estuvo ahí desde que él nació y con sus primeros años de vida el amigo de su madre había sido muy importante en su primera infancia y al cumplir sus 7 años se convertiría legalmente en su padre. En su mente estaba Alison su hermana pequeña no hacía más de un mes que celebraban su octavo cumpleaños y sin saber la historia familiar como estaría en ese momento, pero al ver el rostro de sus padres tan perturbado se retenía a preguntar, ya habría lugar para ello pues de momento su joven corazón también latía a mil y se aceleraba con cada piso que subían pues a fin de cuentas y aunque jamás trato con el hombre en camilla este era su padre biológico. Las puertas del elevador se abrieron y mecáni

El poder de una buena acción

Alguna vez has escuchado decir “que de pequeños detalles está hecho el mundo”, es una expresión muy significativa y muy llena de verdad, si nos ponemos a pensar un poco quienes tienen pareja recordarán que fueron los pequeños detalles los hicieron que sus corazones quedara presos de amor, los que tienen hermanos recordarán que a veces ellos hacían pequeñas cosas que los hacían felices.

Pero, y si trasladamos este concepto hacia una buena acción, muchas veces estamos ante una situación de dolor o sufrimiento ajeno, y nos quedamos en la esperanza de que llegue alguien con muchas posibilidades que se compadezca y extienda su mano amiga, o vemos algún grado de injusticia o mal entendido pero decidimos esperar que venga otro que sepa mas y lo resuelva.

Pero se nos olvida “que de pequeños detalles está hecho el mundo”, a veces la gente que nos rodea está esperando también que llegue otro a dar soluciones, y muchas veces con solo ver a alguien dar el primer paso los demás dan el propio, porqué no ser nosotros los que demos el primer paso.

Tal vez nuestra ayuda sintamos que es demasiado pequeña para darla, pero créanme que para quien la recibe es una inmensa bendición y muchas veces sabe muy bien que estamos dando con amor de lo poco que tenemos ya sea económica o materialmente, es más incluso si no podemos ayudar económicamente nuestro tiempo puede ser de gran valor.

Si encogemos un poco mas nuestro universo personal veremos que en varias ocasiones la oportunidad de hacer una buena acción está sentada a la par nuestra. En más de una oportunidad debes haber visto llegar a un compañero de estudio o de trabajo con sus ánimos a cuestas, y casi siempre las personas somos tan comunicativas que antes de que él lo cuente ya te llego el rumor de lo que podría estar pasando.

Porque no hacer una pausa de tu  tiempo para regalarle un poquito al que lo está necesitando y si sientes que no sabes que decir, tranquilo en la mayoría de los casos uno solo necesita alguien que lo escuche para poder desahogar el nudo que lleva en su garganta, poder sentirse escuchado y apreciado para poder tomar valor y seguir.

El poder de una buena acción no recae en que hagas algo digno de ser la primera plana del periódico, sino en hacer algo digno de que tu Dios que está en los cielos te acumule una bendición mas para tu vida, si todavía tienes corazón de niño te recomiendo que puedas darte una vuelta por Youtube, y en la casilla de búsqueda escribas canción el gusano viajero, este es un cuento lindísimo de allá por nuestra infancia, pero con un mensaje de buenas acciones e igualdad muy poderoso.

Mantén en mente lo siguiente, si sientes el impulso de ayudar por muy pequeña que sientas que será tu ayuda, no dejes de hacerlo, la recompensa moral y espiritual que experimentarás será inmensa y recuerda muy bien. “si haces algo bueno en lo secreto, de igual forma tu padre que está en lo alto te recompensará en lo secreto”, no dejes de hacer el bien, siempre lleva en tu corazón el poder de una buena acción.

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Entre tanto hasta nuestro próximo post.



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