Alguna vez has escuchado decir
“que de pequeños detalles está hecho el mundo”, es una expresión muy
significativa y muy llena de verdad, si nos ponemos a pensar un poco quienes
tienen pareja recordarán que fueron los pequeños detalles los hicieron que sus
corazones quedara presos de amor, los que tienen hermanos recordarán que a
veces ellos hacían pequeñas cosas que los hacían felices.
Pero, y si trasladamos este
concepto hacia una buena acción, muchas veces estamos ante una situación de
dolor o sufrimiento ajeno, y nos quedamos en la esperanza de que llegue alguien
con muchas posibilidades que se compadezca y extienda su mano amiga, o vemos
algún grado de injusticia o mal entendido pero decidimos esperar que venga otro
que sepa mas y lo resuelva.
Pero se nos olvida “que de
pequeños detalles está hecho el mundo”, a veces la gente que nos rodea está
esperando también que llegue otro a dar soluciones, y muchas veces con solo ver
a alguien dar el primer paso los demás dan el propio, porqué no ser nosotros
los que demos el primer paso.
Tal vez nuestra ayuda sintamos
que es demasiado pequeña para darla, pero créanme que para quien la recibe es
una inmensa bendición y muchas veces sabe muy bien que estamos dando con amor
de lo poco que tenemos ya sea económica o materialmente, es más incluso si no
podemos ayudar económicamente nuestro tiempo puede ser de gran valor.
Si encogemos un poco mas nuestro
universo personal veremos que en varias ocasiones la oportunidad de hacer una
buena acción está sentada a la par nuestra. En más de una oportunidad debes
haber visto llegar a un compañero de estudio o de trabajo con sus ánimos a
cuestas, y casi siempre las personas somos tan comunicativas que antes de que
él lo cuente ya te llego el rumor de lo que podría estar pasando.
Porque no hacer una pausa de
tu tiempo para regalarle un poquito al
que lo está necesitando y si sientes que no sabes que decir, tranquilo en la
mayoría de los casos uno solo necesita alguien que lo escuche para poder
desahogar el nudo que lleva en su garganta, poder sentirse escuchado y
apreciado para poder tomar valor y seguir.
El poder de una buena acción no
recae en que hagas algo digno de ser la primera plana del periódico, sino en
hacer algo digno de que tu Dios que está en los cielos te acumule una bendición
mas para tu vida, si todavía tienes corazón de niño te recomiendo que puedas
darte una vuelta por Youtube, y en la casilla de búsqueda escribas canción el gusano viajero, este es un
cuento lindísimo de allá por nuestra infancia, pero con un mensaje de buenas
acciones e igualdad muy poderoso.
Mantén en mente lo siguiente, si
sientes el impulso de ayudar por muy pequeña que sientas que será tu ayuda, no
dejes de hacerlo, la recompensa moral y espiritual que experimentarás será
inmensa y recuerda muy bien. “si haces algo bueno en lo secreto, de igual forma
tu padre que está en lo alto te recompensará en lo secreto”, no dejes de hacer
el bien, siempre lleva en tu corazón el poder de una buena acción.
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Entre tanto hasta nuestro próximo
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